Hoy mientras desayunaba para ir con energías a la ruta me ha
llegado un WhatsApp, era Fernan para que no le espere, justo en ese momento
fuera, el cielo parece que se cae, esta tirando agua como si no hubiese un mañana.
Este hecho y que el Karni desde la ventana me indique que tampoco viene me hace
meditar sobre algo en lo que no había caído hasta hoy, “soy el que la organiza,
soy el único que no puede fallar”.
¡¡¡ Menudo drama!!!
Cuando llego al ayuntamiento me quedo mas tranquilo, me
esperan 8 campeones más Antonio que por teléfono me indica que va directo a
Abadiño.
Una vez en el punto de partida y mientras nos preparamos
esperamos la llegada de la gente de Etxebarri, según pasa el tiempo doy por
hecho que los chaparrones matinales han minado sus ganas de hacer la ruta.
Durante la ruta hemos tenido dos bajas, la primera Alex,
nada mas empezar a subir Atxarte se tiene que parar por un problema en la
trasmisión, se le ha perdido uno de los tornillos del plato mediano y con los
jamones que tiene el tío lo ha doblado, como no puede andar mas que con plato
grande decide darse la vuelta, una putada.
El siguiente en abandonarnos es Julio, tras currar de noche
y sufrir subiendo hasta Urkiola y bufando como un condenao decide
darse la vuelta, cuando la maquina no va, no hay nada que hacer.
Un poco antes del “atajo” de Txakurzulo nos ha empezado a
llover, nos ponemos el chubasquero y para arriba hasta Urkiola sin pasar por el
mirador de las tres cruces. La niebla es espesa y a medida que cogemos altura
la lluvia se torna agua nieve y poco después nieve, esta nos acompaña hasta
Pol-Pol donde comienza a despejar, a partir de aquí y hasta el final de la ruta
el tiempo es más benévolo con el grupo.
Hoy de la ruta destacaría el tramo del hayedo, espectacular
como siempre aunque en otoño si cabe todavía más, los colores y el paisaje en
esta estación no dejan indiferente a nadie. Cierto es también que es la zona
mas juguetona de toda la ruta y el agua caída estos días ha ayudado mucho a ello,
las raíces, las piedras del camino junto con el txapapote trampa formado por
las hojas en descomposición, han sido hoy nuestro particular txikipark, con que
sonrisa hemos salido de este tramo, espectacular.
Os dejo unas fotos sacadas por German.
Un saludo
El mendikletilla